16 ene 2010

The Switch

Tauro es sólido y firme y rara vez deja que algo afecte su tranquilidad: le puedes arrojar agua, golpearle el pecho o clavarle agujas bajo las uñas y Tauro no se moverá. Ni un centímetro: tomada su posición se cruza tranquilamente de brazos, se sienta sobre los talones, suspira… y a ti que te parta un rayo.


Es raro que se deje atropellar. Moléstalo y te dará la espalda y esperará que te volatices. Presiónalo y se pondrá más terco. Pero cuando reciba esa última brizna de hierba sobre la espalda que no aguanta más, desatará una ira violenta y embestirá contra todo, tenga o no que ver con su ira.

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